La palabra "único" se usa con demasiada facilidad para calificar conciertos de rock. Con The Police la condición es una verdad estadística. ?Cuántas bandas en el mundo pueden permitirse el lujo de iniciar un show con un tema del peso de "Message in a bottle"? ?Cuántos tríos encienden de este modo a 50 mil personas sin apelar ni a un instrumento electrónico? ?Cuántos ingleses al borde de los 60 años de edad acuden a trabajar con este entusiasmo?
También se abusa de la palabra "histórico", porque es una suerte por completo excepcional escuchar a una banda que salta de un hit universal a otro - es probable que estas canciones las pueda cantar hasta un vietnamita - y que recuerda en todo momento cómo se supone que era la receta original que tan mal vienen mezclando sucesivos imitadores. Quizás ni Police supo en los años '80 la revolución que suponía preparar por primera vez un reggae blanco, pero su sonido en vivo es la mejor forma de confirmar que ese brebaje mágico aún aturde porque es la mezcla original, la más pura, la esencial.
Luego de una hora de canto más rockero de lo esperado de parte de Beck, The Police se tomó el escenario del nacional junto a un impresionante despliegue visual con cinco nítidas pantallas de especial consideración con la galería, además de figuras abstractas y monocromáticas que se tomaban el entorno de Sting, Summers y Copeland en un alucinante microclima de luces y brillo.
Sting sabe castellano e invita al público a corear, y sonríe con el entusiasmo comprensible que puede sentir alguien que sabe que tiene rendidos a sus pies a las audiencia del lugar que sea. A su ego monumental le ha hecho estupendo volver a someterse a la contención de un trío: estas canciones no suenan ni la mitad de fuertes sin la ductilidad percutiva de Copeland y el brillo sobrio de Andy Summers. Pero, también, estas canciones suenan en vivo demasiado mejor de lo que esperábamos.
Las reuniones de bandas suelen ser algo lamentable. Los rockeros mayores de 40 años comienzan a dar pena. Las canciones de los '80 son divertidas, pero no emocionantes. The Police desmintió anoche ante 50 mil chilenos las cargas fatales con las que ha venido cargando su gremio. Dan ganas de inventar adjetivos nuevos para su talento.
© El Mercurio by Cristina Hynde